Municipio de Carmelo cambia horario de sesiones públicas para las diez de la mañana

«Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público.»
Enrique Tierno Galván, político, sociólogo, jurista y ensayista español (1918-1986)

En una decisión legítima propuesta por la Alcaldesa Alicia Espíndola y votada por unanimidad de todo el cuerpo las sesiones ordinarias del Municipio de Carmelo pasarán a llevarse a cabo los días miércoles a la diez de la mañana.

En el terreno de la legalidad de esta medida no existe cuestionamiento alguno, con esa decisión política no se violentó ninguna Ley, es totalmente legítima.

Pero sí se consolida -y es opinable- un modelo de alejamiento de la gente. Una forma de gobernar en horarios que el sentido común indica no son muy adecuados para fomentar participación. La medida representa un problema para muchos ciudadanos que trabajan y no podrán asistir a las sesiones que son públicas y abiertas, como indica la Ley.

El Municipio de Carmelo profundiza ese alejamiento con la sociedad civil.

La decisión afecta profundamente la Participación Ciudadana, concepto muy importante en la Ley, que se lo esquiva, sin violentar ninguna reglamentación, pero que en los hechos, queda en evidencia la falta de empatía de nuestros gobernantes locales con la sociedad que representan.

Es un error político enorme que afectará sin lugar a dudas las cercanías para con sus representados. Una acción no solo antipática hacia la ciudadanía, sino la consolidación de un modelo de gobernar retrogrado, poco amigable y poco transparente.

«Hablaremos de las cosas que hay que hablar en horarios donde pocos podrán escuchar», parece ser el mensaje subliminal que nos transmiten nuestros representantes públicos de Carmelo.

Estas medidas no hacen más que consolidar nuestro compromiso con los lectores.

Elio García Clavijo

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