Hipótesis policiales sobre la muerte del titular de la Secretaría Antilavado

Carlos Díaz, titular de la Secretaría Antilavado

El director de la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo, Carlos Díaz, fue encontrado muerto este sábado por su esposa en la piscina de su casa en Punta del Este.

La autopsia realizada indica que murió por ahogamiento. Una primera curiosidad en la información es el apresuramiento en señalar que podría ser «un infarto» o tratarse de un «ahogamiento tras un desmayo.» En la noticia faltan otras hipótesis, por solo dar un ejemplo un posible atentado.

Resulta llamativo que solo se presenten dos posibilidades y que estas conduzcan solo a un escenario de muerte natural.También la aclaración en la información que aparece en los medios capitalinos de las nuevas pericias: «para que no haya dudas» sobre lo ocurrido.

Hoy día existe mucha timidez en hacer preguntas: ¿De qué dudas hablan las autoridades?, ¿quién duda?, ¿por qué hay que dudar?

 

El jefe de Policía de Maldonado, Erode Ruiz, había dicho a El Observador: «En principio, todo indica que fue algo accidental», aunque para conocer la causa concreta de muerte se deberá esperar los resultados del análisis forense.

¿Cómo puede una autoridad policial hablar de la posibilidad de algo «accidental», cuando no tiene los resultados del análisis forense? Por lo pronto parece algo apresuradas sus declaraciones.

Quien apareció muerto en una piscina de Punta del Este, fue ni más ni menos que el titular de la Secretaría Antilavado desde hace siete años.

También fue hasta el sábado el Auxiliar de los Juzgados Letrados de 1ª Instancia en lo Penal Especializados en Crimen Organizado de 1° y 2º Turno en investigaciones vinculadas al Lavado de Activos. Presidente Pro-Tempore del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica y Presidente del Grupo de Expertos contra el Lavado de Activos de CICAD/OEA.

De qué se trata

Si uno va a la página oficial del SENACLAFT (Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo) se puede encontrar con la definición de «lavado de activos, dice: «El Lavado de Activos es un delito que se caracteriza por el ocultamiento, la administración o la conversión del dinero o bienes producidos por una actividad delictiva (tráfico ilícito de drogas, corrupción, contrabando, etc.) a efectos de introducirlos y hacerlos circular sin inconvenientes en el sistema económico-financiero legítimo.»

¿Leyó la definición? Bien, en eso trabajaba Díaz.

¿Cuál fue la última información relevante del SENACLAFT?

El 5 de febrero el diario El País le realizó una entrevista a Díaz en donde sostiene que «el crimen organizado va a tender a tomar el Estado», así lo titula el matutino.

El avance del narcotráfico en la región tiene alerta al gobierno, señalaba El País en enero de 2016. Más precisamente el 22 de enero del año pasado la nota mencionaba que «el gobierno lanzará a través de su Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo un intenso control en busca de operadores sospechosos de lavado de dinero.»

Solo estas dos notas le dan contextualización a nuestra preocupación.

No se trata de levantar sospechas sin fundamento. Lo que si parece necesario decir es que se trata de un caso muy serio, donde la opinión pública tiene el derecho de estar informada con rigor por la función que cumplía el funcionario fallecido en su actividad laboral.

Elio García

Salir de la versión móvil