Personas con falta de alimentación y en situación de calle son atendidas por el grupo solidario Moldeando el Futuro

Niobe Monteagudo, Karina Dutra y Viviana Colman.

Viviana Colman es una de las integrantes del Grupo Moldeando el Futuro que viene trabajando con familias en situaciones de vulnerabilidad.

Atienden en la actualidad a ochenta personas, treinta y dos son menores de edad. Se trata de dieciocho familias que viven en Carmelo y están teniendo problemas para alimentarse denuncian desde el grupo. Trece familias no tienen Canasta Inda y once carecen de tarjeta del MIDES. De acuerdo a información que recabaron el promedio de ingresos por familia alcanzaría los $ 4120 pesos uruguayos.

En Moldeando el Futuro hay mucha preocupación por el escenario que se viene dando en nuestra ciudad «yo nunca vi gente en situación de calle, hay personas que viven en carpas, un señor que pernocta cerca de la pista Marcelo Bianchi. Si la gente saliera por los barrios se daría cuenta lo que está pasando», sugirió la activista social.

Mientras realizábamos la entrevista en la casa de Colman, en un rincón había alimentos no perecederos prontos para ser distribuidos, «la gente viene todo el tiempo» nos comentó, y en efecto a los pocos minutos apareció una señora con una niña en brazos, venía a buscar comida.

Niobe Monteagudo y Karina Dutra también integran este grupo que está tramitando para convertirse en una ONG. «Hay casos de todo tipo -nos dicen- incluso hemos detectado gente que le da vergüenza pedir o buscar ayuda institucional», explican.

«Lo que falta  en la gente es un trabajo fijo, muchas de las familias que atendemos son changadores. Hay muchos niños en los grupos familiares que atendemos que comen en las escuelas. Hay escuelas que le dan desayuno, almuerzo e incluso merienda; nosotros hemos detectados hogares con doce menores a cargo», ejemplificó Colman.

Karina Dutra nos comenta que el número de familias que se van acercando al grupo crece, porque van conociendo el trabajo «tenemos casos de gente con violencia doméstica que nos llaman a nosotros.»

Problemas con la alimentación

Los testimonios que surgen del grupo son serios: «hemos tenido el caso de una señora que con su hijo hacían tres días que no comían. Tenemos otro  en un barrio (menciona el lugar exacto) que nos llamó una madre que estaban solo comiendo pan, arroz y leche en polvo. También una señora con problemas psiquiátricos con falta de alimentación y tres menores a cargo», reseña Monteagudo.

«Hay casos donde a la casa entran tres mil pesos en el mes, pero gastan ocho mil. Viven al día. Se trata en su mayoría de personas que por distintos motivos no pueden acceder a planes sociales. Un ejemplo es una señora que no tiene documentación uruguaya, su dni es argentino. Otra situación se da cuando hay gente que viven con otros familiares, que no entran en los planes sociales. Tenemos muchos ejemplos, hay un caso de una criatura de ocho meses con problemas pulmonares. Regularmente es internada pero no tiene tarjetas de MIDES, tampoco de INDA, debido a que la casa que le presta la madre un dormitorio hay otra hija discapacitada que cobra pensión, le argumentaron que no les correspondía «, comenta Karina Dutra.

 

 

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