Los violentos uruguayos

Por Daniel Abelenda |

“Sin paz personal no puede haber paz social.” Thomas Merton.

En una escuela de Montevideo, una madre irrumpe en una reunión, y sin mediar palabra, comienza a golpear en la cara a la maestra de su hija, provocándole serias lesiones. ¿El motivo? Esa tarde la educadora había enviado una nota avisándole que la niña tenía piojos (un control sanitario que es parte de las obligaciones de los docentes de Primaria).

Durante los festejos por el aniversario del Club A. Peñarol (setiembre 28) un grupo de hinchas destroza vidrieras, tachos de basura, parabrisas, y agrede a conductores o transeúntes que pasaban por 18 de Julio y en la rambla de Pocitos. Más tarde esa madrugada, en Santa Lucía, Canelones, un joven que participaba en estos “festejos” recibió 5 balazos. Fue internado en un CTI y todavía se debate entre la vida y la muerte.
En un barrio de la ciudad de Paysandú, un chofer de ambulancia que iba a buscar a una mujer parturienta, fue herido en el cuello. Alguien había lanzado una piedra que ingresó por la ventanilla baja del vehículo. La Policía dijo que habían sido jóvenes del lugar, que practican esta locura desde hace tiempo…

Esta semana, dos personas fueron asesinadas por rapiñeros en Montevideo. El primero fue un vecino de Carrasco Norte, que intentó evitar el robo del monedero de la esposa de un amigo. El hombre recibió un disparo en la cabeza y murió en el acto.

Dos días después, otro hombre, que vivía en una modesta vivienda en un asentamiento de “Pasaje Madrid”, quien acudió en ayuda de una vecina, al escuchar gritos de ayuda de la mujer. Recibió 7 puñaladas que determinaron su muerte.

En los siguientes días, hubo concentraciones autoconvocadas y “cacelorazos” reclamando mayor seguridad y el relevo del Ministro del Interior, Jorge Bonomi.
El Parlamento, por su parte, apoyó al Senador Pedro Bordaberry para interpelar al Ministro, y el legislador subió la apuesta, adelantando que si las explicaciones de este le resultan “insatisfactorias”, pedirá la reunión de la Asamblea General para que vote la Disolución de las Cámaras y el llamado a nuevas elecciones (arts. 147 y 148 de la Constitución).

Esto último fue enérgicamente rechazado por el FA, que la calificó de “desestabilizadora para la democracia.”, el P. Independiente y algunos legisladores del P. Nacional (el sector de Larrañaga apoya a Bordaberry) e incluso, el P. Colorado.

Así, el diputado Fernando Amado, calificó la idea de su correligionario como “inoportuna y demagógica; esto no se arregla con un cambio de Ministro, es un tema de educación y valores. Y hay que reconocer además, que ningún gobierno desde 1985 ha podido con la inseguridad”, dijo el líder de Batllistas Orejanos.

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