Públicas virtudes, vicios privados

Por Daniel Abelenda |

“Se puede engañar a algunos por algún tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo” Abraham Lincoln.

En los últimos días se conocieron dos casos que dejan al descubierto la doble moral de algunos políticos uruguayos. Hay caras y caretas.

Primero fue el caso de un edil del Partido Nacional por Maldonado José Plada, quien golpeó a su esposa (edila suplente) en un local bailable de Rivera, donde ambos asistían a un congreso convocado por el gobierno nacional para reflexionar sobre la experiencia de los municipios. Plada presidía la “Comisión de Género” de la Junta Departamental fernandina. La Justicia de Rivera pidió una pericia psiquiátrica y lo procesó por Violencia Doméstica (Plada tenía antecedentes por denuncias en 2009).

El Honorable Directorio del Partido Nacional le pidió la renuncia y el excurul lo hizo inmediatamente. La encargada de hablar fue la exlegisladora Esc. Beatriz Argimón quien dijo que “un Partido que condena la violencia de género, no puede tolerar en sus filas a quienes la fomenten”, y agregó: “sabemos que estas personas pueden ser muy correctas, incluso simpáticas en público, pero en la vida privada, su práctica es muy otra…”

Esta misma semana, Graciela Valdivieso, la secretaria del exdiputado y expresidente del SODRE, Jorge Orrico, recientemente desvinculado de Asamblea Uruguay del FA, sector que lidera el Ministro de Economía Danilo Astori, denunció que no se le hicieron los aportes al BPS desde 1996 a la fecha.

“Yo tengo una jubilación de maestra, y quería ver si podía mejorarla con otra por estos 20 años, pero en el BPS me dijeron que no hay un peso de aportes patronales” (un total de $ 118.000 actualizados), declaró Valdivieso, quien a la dirección de AU por la evasión, ya que según ella: “me pagaban primero en efectivo, con un recibo, y después me depositaban en una cuenta del BROU, pero Orrico no intervenía en esto, él ni sabía cuánto ganaba yo”. El exlegislador confirmó esta versión y dijo que él no manejaba los sueldos ni los aportes de los funcionarios del sector.

Por su parte, el Director del B.P.S., Gerardo Rey confirmó que los trabajadores NO PUEDEN renunciar a su derecho a que los patrones –públicos o privados- realicen sus aportes (7. 5 % del salario), como sucede, por ejemplo en el sector doméstico, para recibir más efectivo. “Claramente, los partidos políticos no están eximidos”, dijo Rey.

Mientras tanto, el diputado de AU, Alfredo Asti, opinó que este no era un asunto para discutir públicamente. ¿Barriendo debajo de la alfombra?

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