El fuego empieza casi siempre por una chispa humana

Más del 90 % de los incendios forestales registrados en el país tienen origen en descuidos, fogones mal apagados o quemas fuera de control, según datos oficiales.

Por la tarde, cuando el viento baja desde el monte y el sol se retira, el paisaje parece inmóvil. Árboles quietos, pasto seco, silencio. Pero basta una chispa —un fósforo, una colilla, una quema doméstica— para que ese escenario cambie de ritmo. El fuego avanza más rápido que cualquier explicación posterior.

Con esa escena como telón de fondo, el Sistema Nacional de Emergencias presentó una nueva campaña de bien público orientada a la prevención de incendios forestales. El mensaje central es directo: la mayoría de los incendios no son inevitables. Son evitables.

Un problema recurrente cada verano

Cada temporada estival, las condiciones atmosféricas —altas temperaturas, baja humedad y vegetación seca— elevan de forma significativa el riesgo de incendios forestales en todo el territorio nacional. Frente a ese escenario, el Estado mantiene una política activa de prevención con un objetivo concreto: proteger vidas humanas, bienes materiales y el ambiente.

Entre las principales medidas vigentes figura la prohibición de realizar fuegos y quemas al aire libre entre el 1 de noviembre y el 30 de abril. La restricción rige para todo el país y busca reducir prácticas que, según los registros oficiales, explican más del 90 % de los incendios.

Cifras que dejan huella

Durante la pasada temporada, el cuerpo de Bomberos realizó 1.554 intervenciones vinculadas a incendios forestales. El saldo fue de 14.237 hectáreas afectadas por el fuego. Cada número representa horas de trabajo operativo y territorios alterados que tardarán años en recuperarse.

Los datos estadísticos permiten identificar patrones claros. Las principales causas detectadas fueron:

Prevención: una lista concreta de acciones

La campaña presentada insiste en medidas simples, repetidas cada año, pero decisivas. El Sistema Nacional de Emergencias recuerda la necesidad de:

En caso de incendio, la indicación es inmediata y única: llamar al 9-1-1.

El fuego no suele empezar como catástrofe. Empieza pequeño, casi invisible. La diferencia entre una anécdota y una emergencia nacional suele estar en una decisión previa. Y esa decisión, según las autoridades, sigue estando en manos humanas.

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