En el marco del brindis de fin de año organizado por la Cámara Uruguaya de Turismo
(CAMTUR), el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) presentó
un informe especial en el que comparte las proyecciones para la próxima temporada de
verano y para todo el año 2026 y analiza los resultados de una encuesta realizada a
operadores turísticos de todo el país.
En cuanto a las proyecciones, el informe estima que entre diciembre de 2025 y febrero
de 2026 ingresarían a Uruguay más de 1,4 millones de turistas extranjeros no
residentes, lo que representaría la segunda mejor temporada de verano de la historia
en términos de personas, con un crecimiento cercano al 5% respecto a la temporada
anterior. Para el conjunto del año 2025, se cerraría con 3,3 millones de turistas
extranjeros, más de 20% respecto a 2024, y por encima de un muy buen año como
2018. Para 2026, se espera un nuevo incremento, alcanzando nuevamente el segundo
mejor año histórico en ingreso de turistas extranjeros no residentes.
El gasto turístico también mostraría una recuperación progresiva. Para la temporada
2025/26 se proyecta un aumento del gasto en términos reales cercano al 4% respecto
a la temporada anterior, retornando a niveles similares a los de 2019/20. No obstante,
el gasto en términos reales (ya que los costos de establecimientos están en pesos y se
ajustan por inflación) todavía se ubicaría aproximadamente 25% por debajo del máximo
histórico de 2016/17. Esto refleja que, si bien la cantidad de turistas se recupera con
fuerza, los márgenes del sector continúan presionados por el aumento de los costos y
la menor capacidad de gasto real por visitante.
Por su parte, los resultados de la encuesta muestran un optimismo generalizado para la
actualidad y el futuro del sector. El 85% de los operadores turísticos afirmó que el flujo
turístico en su establecimiento fue igual o mejor que en un “año promedio” durante los
últimos 12 meses; dentro de ellos, 45% indicó que fue mejor o mucho mejor. A nivel
territorial, más del 80% de los operadores considera que el flujo turístico en su zona fue
igual o mejor que el del año anterior. La encuesta, que recoge la opinión de casi 70
operadores de 12 departamentos y abarca actividades como alojamiento, gastronomía,
agencias de viaje, transporte, inmobiliarias, bodegas y turismo rural, confirma que el
turismo cuenta con condiciones para seguir expandiéndose y aportar de forma
significativa al crecimiento económico y al empleo en todo el país.
Sin embargo, desde la voz del sector emergen con claridad los principales cuellos de
botella. El 82% de los operadores identifica los costos laborales como un factor negativo
central, seguido por los costos de los servicios públicos (60%), la carga impositiva (57%)
y el tipo de cambio (52%).
En este contexto, los operadores señalan como prioridades
para impulsar la actividad los cambios impositivos que alivien costos, los incentivos
fiscales a la inversión, una mayor conectividad aérea y el refuerzo de la promoción
internacional. A su vez, el informe advierte que uno de cada cuatro operadores no
conoce ninguna herramienta pública de apoyo empresarial o de inversión, y que un
tercio nunca utilizó ninguna, lo que pone de relieve la necesidad de mejorar la difusión
y el acceso a estos instrumentos.
Por último, el análisis del presupuesto destinado al turismo muestra que, tras varios
años de caída en términos reales, el presupuesto del Ministerio de Turismo dejó de
reducirse y presentaría una recuperación moderada hacia el período 2025–2029. En
comparación con 2024, el presupuesto asignado para 2029 crecería alrededor de 12%
en términos reales. Sin embargo, incluso con esta mejora, el gasto en turismo seguiría
representando menos del 0,1% del Presupuesto Nacional, y el informe subraya que los
recursos destinados a promoción internacional continúan siendo bajos en relación con
el potencial del sector y con la experiencia de países que lograron transformar el turismo
en un motor de crecimiento sostenido.
En esta línea, el trabajo destaca que el turismo representa actualmente el 6,3% del
Producto Interno Bruto, y subiría una décima (6,4%) hacia 2026. Sin embargo, destaca
que Argentina “está dando lo que tiene para dar”, y que para volver al 8,4% del PBI que
se tuvo en 2017 será necesario acelerar promoción en otras zonas argentinas menos
masivas y el sur brasilero, así como desde otros orígenes de menor flujo y mejorar
competitividad y oferta para el turismo interno.
CERES concluye que el turismo es uno de los pocos sectores con capacidad para
acelerar el crecimiento de la economía y la generación de empleo en Uruguay, y que
aprovechar plenamente este potencial requiere confiar en el sector y apostar a una
agenda más ambiciosa que combine promoción internacional, mayor conectividad y
mejores condiciones de rentabilidad, para consolidar al turismo como un pilar del
desarrollo económico y social del país.
